A once años de la desaparición y muerte de Luciano Arruga, un repaso de los hechos que sucedieron desde aquel 31 de enero de 2009. Un reclamo vigente por Justicia.
Luciano Arruga fue visto con vida por última vez el 31 de enero de 2009, cuando tenía 16 años, y su cuerpo fue hallado en octubre del 2014, enterrado como NN en el Cementerio de la Chacarita. La policía bonaerense es señalada como la principal responsable y la causa se encuentra, desde febrero de 2013, en manos del juez federal de Morón Juan Pablo Salas que investiga la desaparición forzada del joven. A continuación, una cronología de cómo sucedieron los hechos.
El
31 de enero del año 2009, Luciano Arruga es visto por última vez
por su madre. Se dirigía a la casa de su hermana, Vanesa Orieta, en
el barrio de Lomas del Mirador, partido de La Matanza.
El 5 de febrero, Vanesa presenta un Habeas Corpus, pero es rechazado por el Juzgado de Garantías N°5, a cargo del Juez Gustavo Blanco y la fiscal Roxana Castelli.
El 29 de febrero, Luciano Arruga cumpliría 17 años de edad. El 10 de marzo de ese mismo año su hermana es recibida por Pablo Pimentel, presidente de la Asamblea por los Derechos Humanos en La Matanza. El 20 de marzo, se conforma la Coordinadora por la Aparición con Vida de Luciano Arruga.
En abril del 2009 se cumplían ya tres meses sin Luciano Arruga y se realiza un acto en el Congreso durante el debate llevado adelante por la baja de edad de inimputabilidad. La fiscal Roxana Castello es desplazada en su función y reemplazada por la fiscal Celia Cejas Martin.
En junio serán entonces ya cinco meses sin Luciano y en julio, una pericia determinaría que los libros de los detenidos en el destacamento estaban adulterados.
El 15 de diciembre del año 2009, Luciano continúa desaparecido. Se incendia la comisaria 8va, la cual debía ser periciada en la búsqueda del joven.
Ya en el 2010, el 31 de enero, se conmemora el primer año sin Luciano. Se realiza un “Festival contra el gatillo fácil, la represión y la impunidad” en la plaza de San Justo.
El 29 de febrero, Luciano, o el Negro como le decían sus allegados, cumpliría 18 años.
En junio del año 2010 Naciones Unidas pronuncia su preocupación por la desaparición forzada de Luciano Arruga y la falta de respuestas de la justicia. En noviembre, el CELS, Centro de Estudios Legales y Sociales, comienza a intervenir en la causa.
El 31 de enero de 2011 se cumplen dos años de ausencia de su ausencia. El 13 de abril de ese año se incorpora al Código Penal de la Nación el delito de desaparición forzada de persona creando como tipo penal la privación de libertad de una persona cometida por un funcionario público o alguien que actúe con autorización o apoyo del Estado. Mónica, la mamá de Luciano, participa activamente en el dictamen previo.
En septiembre comienzan los reclamos para que se termine por cerrar el destacamento en Lomas del Mirador, lo que se concreta en diciembre.
El 31 de enero de 2012 ya cuentan tres años sin Luciano. Por primera vez se abren las puertas del ex destacamento. En abril de ese año se dicta una medida cautelar para la preservación del destacamento el cual debe ser investigado. Gendarmería queda bajo su resguardo.
Un mes más tarde nace Radio Zona Libre, llevada adelante todos los sábados desde la puerta de aquel sitio, como forma de manifestar la gravedad en el no avance de la causa.
En diciembre del 2012 la Asamblea por los Derechos Humanos de La Matanza y el CELS piden el cambio de carátula de la causa a “Desaparición forzada de persona”.
El 7 de enero ya del 2013 detienen al policía bonaerense Julio Diego Torales bajo la figura de “vejaciones y severidades”, por la detención ilegal de Luciano el 22 de septiembre de 2008. Ese mismo 9 de enero el juez Blanco se declara incompetente pasando la causa al fuero federal como “desaparición forzada de persona”, radicándose en Secretaria N°3 del Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal N°1 de Morón, a cargo del juez subrogante Salas.
El 17 de octubre de dicho año se inicia un acampe en la puerta del ex destacamento reclamando por un peritaje por parte de un equipo antropológico y se reclama por la cesión del lugar para que sea “Espacio Luciano Arruga”.
El 14 de noviembre el secretario de Derechos Humanos de Nación, Martin Fresneda, se reúne con la familia. Finalmente el 23 de diciembre del 2013, luego de 68 días, se levanta el acampe y se firma la cesión del Espacio a la Asamblea por los Derechos Humanos Matanza y a familiares y amigos de Luciano.
El 31 de enero de 2014 ya se cumplen cinco años de la desaparición de Luciano. En abril del mismo año se presenta un nuevo Habeas Corpus que es rechazado por el juez Salas. No obstante, el 12 de julio del 2014, la Cámara de Casación Penal le hace lugar. En consecuencia, el 23 de septiembre se realiza la primera audiencia por el Habeas Corpus presentado.
El 17 de octubre del 2014, a cinco años y seis meses de su desaparición, el cuerpo de Luciano Arruga es encontrado en el cementerio de la Chacharita identificado como NN. El 27 de octubre se pide juicio político para las fiscales Castelli y Cejas Martín, y para el juez Blanco.
El 4 de diciembre de 2014 se reconstruye la escena que da muerte a Luciano. Luciano cruzó corriendo la avenida General Paz siendo atropellado por un automóvil.
El 31 de enero de 2015 se realiza una marcha multitudinaria en Lomas del Mirador cumpliéndose seis años sin Luciano.
El 15 de mayo de ese año condenan a diez años de prisión al ex policía bonaerense Julio Diego Torales por considerarlo autor de las torturas que recibió Luciano en el Destacamento de Lomas del Mirador en una detención en el 2008.
El 31 de enero de 2019 se cumplieron 10 años de su desaparición. El 26 de septiembre de ese mismo año se estrenó el documental “¿Quién mató a mi hermano?”, dirigido por Lucas Scavino y Ana Fraile. En el mismo se narran los hechos ocurridos en el caso, además de visibilizar la historia de lucha llevada adelante por la familia de Luciano, siendo la cara visible su hermana Vanesa Orieta.
Finalmente ya son once años sin Luciano Arruga. Un chico de apenas 16 años desaparecido en democracia. Un reclamo vigente por Justicia.
Fuente: Palabras del Derecho